Falacia de un sentimiento



Dices,
que no me salvas del olvido
cuando mi voz vuelve al regreso
en los surcos del recuerdo.


Dices que,
en la tierra desértica de la memoria,
no me rescatas de lo exiguo,
como salvoconducto de auxilio
que guían los suspiros.


Y dices,
que con la opacidad que alumbras al cerrar los ojos
no retines entre tus labios
un sabor demasiado amargo
porque no deglutes en silencio…

Aún te sigo queriendo.



















Soraya.


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