Entradas

Mostrando entradas de 2018

Dame un segundo más

Imagen
Un segundo para encontrar tu mirada, para mantenerla. Un segundo para preparar el suicidio insensato, de mis palabras, en el agonizante temblor de tu boca. Dame un segundo más, para cubrirme con la necesidad de completar la omisión de tu comprensión en el irreflexivo momento que exuda mi pensamiento Un segundo… Donde encuentre el miedo y sienta la trémula calidez de mi cuerpo. Un segundo… Donde se abracen todos los silencios, amoldados en esos huecos deshabitados; exhalados en el precipicio correcto. Dame un segundo más… Y habremos muerto en el lapso sublime de nuestro encuentro. Soraya.

ANIMAL

Imagen
Hay cosas que probablemente no entiendas. Tu mente nunca comprenderá el mecanismo racional que se siembra en la mía, por más que justifique nunca podrá vislumbrar la secuencia lógica que subyace a mi comportamiento y actuación. No podrás más que condenarme. Condenar al animal irracional que se impulsa por la necesidad depredadora que define su propia existencia. Tu ciencia se equivoca en sus propios fundamentos, el comportamiento humano. Esos pilares en los que buscarás las causas, los motivos... -intentando comprenderme- son las herramientas que yo misma he usado. Personas vulnerables, dotadas de emoción desde el origen mismo de la raza, conducidas social y culturalmente hacia la bondad. Altruistas. Con una capacidad singular relacional, reforzada con el tejido empático que fortalece lazos entre ellos, y no que no hace más que acreditar su debilidad y necesidad del otro.  Esa debilidad es lo que me ha dado el poder de vivir hasta hoy. ¿Me preguntas si encuentro sati

ORIENTACIÓN

Imagen
Que los sentimientos se explican… por los lazos que creas en el susurro de una emoción, donde la quimera del apego crea el vínculo y con los gritos que se escuchan bajito. Que tu voz -o mi voz- jamás deberían pedir perdón. Por querer expresarse en la piadosa libertad que cubre la confianza sin error.  Que siempre merece la pena morir sintiendo… Aquellos lazos que has fortalecido, aquellos que se han destruido en un descuido y aquellos que solo han existido en un sentido como un suspiro. Soraya.

Falacia de un sentimiento

Imagen
Dices, que no me salvas del olvido cuando mi voz vuelve al regreso en los surcos del recuerdo. Dices que, en la tierra desértica de la memoria, no me rescatas de lo exiguo, como salvoconducto de auxilio que guían los suspiros. Y dices, que con la opacidad que alumbras al cerrar los ojos no retines entre tus labios un sabor demasiado amargo porque no deglutes en silencio… Aún te sigo queriendo. Soraya.

Visado

Imagen
"Esta vida es como un valle de lágrimas…" Doctrina católica. Así que vamos a saltar sobre los charcos,   ¡los vamos a pisar! Un, dos, tres… La sonrisa se puede borrar,  no nos vamos a engañar. La existencia se complica solo con respirar,  es una gran verdad. Pero solo tenemos una vida y unas cartas para jugar… Ahogaremos las penas,  no en cualquier bar porque hay que caminar. Vomitaremos la inseguridad,  al ritmo que nos marque el compás. Asfixiaremos al ego,  que no nos deja perdonar… Aceptaremos la imagen que Nacirso se niega a mirar. A Pigmalión lo vamos a hacer esperar,  esta es nuestra realidad. ¡El hedonismo nos saca a bailar! Firmaremos, el derecho a la lealtad: A nosotros,  lo más amado y preciado del lugar. Soraya.

Al respirar...

Imagen
“Hay historias que no se pueden escribir, rezuman y florecen en la piel que nos porta al nacer”. Soraya. Inexorables e ininteligibles se inscriben con tinta indeleble en el ser. Se respiran en la profundidad oceánica del viento que se tiene que devolver. Arden en el hielo de la miel, para arrebatar al tiempo el crujido del silencio más cruel. Historias inscritas en las miradas que se reencuentran otra vez, apresadas en la locura y la sensatez. Con caricias que leen todo lo que puede suceder, en los besos apresurados que estrangulan el placer. Historias tatuadas… Que vuelven a doler… Que emergen una y otra vez… Inscritas en la piel que nos porta al nacer. Soraya.

Al cielo también le riñen

Imagen
Había comenzado a llover. Desde la sala había estado observando toda la tarde el cielo. A ráfagas intermitentes -entre descansos de su discurso- miraba por las ventanas para deleitarse con la gama de grises, le fascinaba esos colores alumbrados con los destellos de luz. Desde pequeño admiraba la forma en que se resquebrajaba la bóveda celeste, su joven mente recreaba la escena de un Zeus muy enfadado, tan lleno de rabia que emitía gritos en forma de truenos y lanzaba rayos. La escala cromática que se extendía ante sus ojos no era otra cosa para él que el sufrimiento de un cielo que al final acababa llorando. Apoyado con las manos sobre el cristal observaba como las gotas chocaban a un ritmo desigual sobre la superficie de los coches, un repiqueteo suave llegaba a sus oídos ahora que la estancia se encontraba vacía. Había sido un día agotador. Volvió tras sus pasos y se sentó en su silla, tendría que esperar… pero no sabía cuánto. Esa espera le suponía un placer enorme, si había

Vendamos el mundo!

Imagen
Pasemos por debajo de la escalera,  seamos lo suficiente cobardes para no subir el escalón.  Miremos al suelo,  arrastremos los pies,  seamos miedosos del polvo que se pueda levantar.  Adoremos la autoridad,  que nos doblega,  que nos roba la libertad…  Encojámonos ante su potestad,  seamos pusilánimes al acotar nuestra dignidad.  No miremos más allá,  seamos apocados al caminar  y que no se nos escuche hablar.  Shhhh…  Medrosos del sol que puede quemar,  de la lluvia que va mojar,  del viento que nos va a azotar.  Flagelemos la pasión que se puede despertar,  atemorizados por el placer que podamos encontrar.  ¡Vendamos el mundo!  Seamos valiente sólo para…  tragar,  morir,  silenciar  y llorar.  Soraya.

Agente patógeno

Imagen
¡Qué fácil era! Observar, simplemente observar y todo iba a encajar, silenciosamente. Si no hubiera sido por esa tozudez de mantener en boga mis principios espirituales, esencia primaria de mi ser; me hubiera dado cuenta. ¡Ojo! Lo mío es algo casi patológico. ¿Casi? Por favor, “archipatológico” . Me inocularon la ingenuidad y se ha ido propagando por mi conciencia dando manifestaciones de una empatía muy beneficiosa para mi entorno animal. Cosa grave, porque -heme aquí- yo entiendo hasta a mi enemigo. Lo dicho, entre el cuadro sintomatológico de mi afección está la premisa de que nadie es malo. Así que se trata de entender cuáles han sido los mecanismos desencadenantes que han generado la mala voluntad de esa persona o ser. Y por qué será que el origen ignoto de su desasosiego, germen y razón soy YO. Un agente patógeno que conozco perfectamente y -vaya por Dios- mi sistema inmunológico lo detecta con sus anticuerpos: LE (Lo Entiendo), NTP (No Te Preocupes), LS (Lo si

Exequias

Imagen
Gritos eternos,  arremolinan los latidos del cuerpo;  Halan arrecifes pétreos,  estallan decrépitos.  Gritos de lamento,  inhuman el sentir del universo;  fragmento desolado,  desgarrado.  Vínculo de lágrimas,  que adormecen las palabras  calman…  y acallan…  Sepelio en el regazo,  acunan tus brazos.  Soraya.

Margen Izquierdo

Imagen
Aprendió a vivir en sus márgenes, en silencio. Ese espacio en blanco donde el lápiz mancha, a veces, adquiere una profundidad inmensa. Se convierte en un páramo insondable en el que se puede no sobrevivir. Es difícil subsistir en los puntos y aparte, casi todos lo sabemos. Pero -a veces- alguien escribe en los laterales, ampliando la historia, dejando rasgos y trazos; modificando el texto. Ni siquiera fue personaje secundario en la narración, no figuró en ella. Abarcó mucho más… con su propia existencia. Utilizó los espacios que siempre habían estado en blanco y, respirando de cada frase escrita en las entrelíneas, acomodó la mitad de sus sueños. Encajado sutilmente en los paréntesis de su vida conseguía formar parte de la historia. Su omnipresencia se extendió a todos los límites de sus páginas. En ese grado que no puede rebasarse fue donde encontró la frontera que jamás rebasaría, más allá del margen izquierdo él no existía. Ni a sus ojos ni a los de nadie. Sin em

Todos y nadie

Imagen
Todos tenemos secretos que callar, un peso que soportar, mil pasos que andar… Nadie tiene una disculpa que no dar, ni un punto de inflexión en el que no vaya a estallar. Nos crearon con un máximo de capacidad, con el defecto de sangrar y la debilidad de amar. Somos imperfectos. Pero nos engendraron con la virtud de perdonar, con la amplitud de naufragar ante cualquier realidad. Llevamos la posibilidad de errar, de mil maneras y más. Capaces de vaciar para avanzar, de llorar para sanar, de inocular esperanza en tanta vanidad. Albergamos una fuerza indómita para transitar, con toneladas de carencias que solventar. Germinamos en la voluntad para perfeccionar, con el vigor que la presión nos obliga a mirar. Idóneos para soportar la debilidad y acrecentar la resistencia, agudizamos nuestras fuerzas para avanzar… Todos nacimos para caminar hacia algún lugar. Todos andamos para progresar y enfrentar la adversidad. Nadie deja de evolucionar… La vida es luchar y todos apostamos a g

Voces

Imagen
Voces… Voces… Voces que naufragan al ritmo salobre Voces que no se calman, bajo la fusta de una mirada Voces que claman, ante la abstención de la palabra Voces que alarman el pensamiento, entre pausas Dicción perfecta de las almas Gritos que ensorden el mundo, entrecortando la respiración del que las lanza Aullidos que pisan la realidad Izan, levantan… Voces desnudas del término que las avasalla Voces libres en el dominio de la notoriedad que las abarca Voces trémulas que se emancipan del miedo Voces que vuelan… con la autodeterminación de la independencia Excarcelación, emancipación Franqueza, atrevimiento y osadía Enardecen la virtud del que exhala el sonido atronador de la voz que brama Voces… Voces… Voces… La voz de una raza, en la plenitud e infinidad humana. Soraya.