Dame un segundo más
Un segundo para encontrar tu mirada,
para mantenerla.
Un segundo para preparar el suicidio
insensato, de mis palabras,
en el agonizante temblor de tu boca.
Dame un segundo más,
para cubrirme con la necesidad
de completar la omisión
de tu comprensión
en el irreflexivo momento
que exuda mi pensamiento
Un segundo…
Donde encuentre el miedo
y sienta la trémula calidez
de mi cuerpo.
Un segundo…
Donde se abracen todos los silencios,
amoldados en esos huecos
deshabitados;
exhalados
en el precipicio correcto.
Dame un segundo más…
Y habremos muerto
en el lapso sublime
de nuestro encuentro.
Soraya.
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