Todos y nadie



Todos tenemos secretos que callar, un peso que soportar, mil pasos que andar…

Nadie tiene una disculpa que no dar, ni un punto de inflexión en el que no vaya a estallar. Nos crearon con un máximo de capacidad, con el defecto de sangrar y la debilidad de amar.

Somos imperfectos.

Pero nos engendraron con la virtud de perdonar, con la amplitud de naufragar ante cualquier realidad. Llevamos la posibilidad de errar, de mil maneras y más.

Capaces de vaciar para avanzar, de llorar para sanar, de inocular esperanza en tanta vanidad. Albergamos una fuerza indómita para transitar, con toneladas de carencias que solventar.

Germinamos en la voluntad para perfeccionar, con el vigor que la presión nos obliga a mirar.

Idóneos para soportar la debilidad y acrecentar la resistencia, agudizamos nuestras fuerzas para avanzar…

Todos nacimos para caminar hacia algún lugar.

Todos andamos para progresar y enfrentar la adversidad.

Nadie deja de evolucionar…

La vida es luchar y todos apostamos a ganar.



Soraya.


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