Miércoles, 24 de febrero de 2016.
Mi querido Corazón,
Podría escribirte mil cartas y, sin embargo, ninguna de las palabras existentes llegarían a rozar con exactitud la inquietud en la que me sumerjo. Mi lógica se perdió en un punto donde la sensatez no tiene capacidad para engendrarla; me ha abandonado arraigando en mi juicio las causas de tu distanciamiento. La enajenación, a pasos pequeños, reclama su terreno.
Existimos en la certeza de un destino que se ha mantenido a través del tiempo y a pesar de las veleidades y dificultades hemos conseguido mantener la realidad de nuestra subsistencia. Estamos, Corazón, diseñados para encajar en un engranaje imperfecto que da el equilibrio en éste; nuestro universo. Sin distancias, formamos la métrica completa en un solo verso.
Si de algo estoy segura, más allá del discurrir de los años, es de que tú y yo estamos destinados y enlazados en esta coexistencia, por siempre eterna.
Con la locura en posesión por tu alejamiento -sin base ni argumento- mi juicio poco a poco se ha desmoronado… Al haber perdido la impulsividad de tus actos, la visceralidad emocional con la que arrollabas -y con el silogismo elocuente de la que siente- he comprendido que la libertad no se sustenta en la racionalidad de unas premisas expuestas, que no somos diametralmente opuestos… sino el complemento concéntrico que tiene el origen más perfecto enraizado en tu causa, porque de ella emana la levedad y el peso cuando se pronuncia un “Te quiero” y que haber amado sólo encuentra una finalidad a tu lado. Quizás por ello, en tu desorden, caos, confusión y desconcierto es donde toma sentido la fuerza de este cuerpo, que alberga al ser que cree en el amor perpetuo y que necesita su Corazón para seguir viviendo…
Siempre tuya,
La Razón.
Soraya.
Hermosa carta, la razón a los pies del corazón. A veces releo aquellas cartas de amor que me escribieron en mi juventud, bellos sentimientos. Tú habrás recibido muchas de ellas. Enhorabuena, es un excelente texto. Un saludo.
ResponderEliminarHola!!
EliminarMuchas gracias! Me alegra que te parezca un buen texto :-). La verdad es que nunca he recibido una carta de amor y siempre he deseado que me escribieran una sincera... Eres muy afortunado/a, imagino que es algo que siempre permanece en el recuerdo... esos sentimientos.
Otro saludo!
Hola Soraya!! Llevo ya tiempo sin leerte y ahora ,en la tranquilidad de la noche, cuando tengo tiempo me dispongo a leerte y qué mal me he hecho a mi misma al tenerte abandonada un poco!! Hermosa composición dedicada a lo inefable, a lo que las palabras rozan pero nunca logran describir. Me encanta!!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Manal!!!
EliminarTe echaba de menos! Me encantan tus comentarios, siempre bonitos. Me alegra que te guste, también lo pienso... las palabras pueden rozarlo pero difícilmente describirán con exactitud.
Muchos besos y gracias!!!!!
Muack!!!
¡Hola, Sotri!
ResponderEliminarSiempre tuya, La Razón. Da igual las causas del distanciamiento, "La Razón" siempre será del Corazón con todas y cada una de las palabras. Tienes una habilidad que es fascinante y asombrosa, cada frase está compuesta con exquisitez. Releerlo no tiene desperdicio.
¡Me ha encantado!
Besos.
Hola!!!!!!!!
Eliminar¿Dónde andarás? ¿Dónde andarás...? jejeje.... Qué alegría leerte!!!!
Así es... "Siempre suya, la razón".
Gracias, Ángel!!!
Lo compuse con detalle, ninguna palabra está suelta... Es mi estilo barroco de pensamiento, no a todos gustan pero soy yo al expresarlo.
Me tienes mucho cariño, jejeje...
Besos!
La Sotri.