En esencia...



Cuando te vistas a la mañana
con una simple mirada.


Al abrigarte con el aroma
de esas flores destiladas;
enfundándote en mi fragancia.


Al abotonar cada pensamiento
que mi voz ha cosido con tiento.


Cuando sientas el frío helado
que mis manos aún no han tapado.


En la calidez de un susurro
que no te ha alcanzado;
habiéndose mezclado.


En la necesidad que da alimento
a nuestros cuerpos,
aun queriendo,
en la sinrazón de un mundo compuesto.


En la ilegalidad
de un sentimiento...


En el abuso parcial
de unas palabras...


Con la equidad tomada
de la arbitrariedad robada.


Con el despotismo autoimpuesto
que sólo tiene un fundamento.


Más allá del tiempo.


A la mañana,
en el contrasentido desnudo
que nos acompaña,
se apuntalan mis causas...


Cuando te vistes;
a la mañana.


Soraya.

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