Adiós



Adiós, le dije, adiós. Mis labios se despegaron suavemente dibujando con discreción unas sílabas mudas, lanzadas al vacío de un pensamiento se atrajeron dando forma al eco que pierde la esperanza por no poder atrapar la arena que cuenta a granos el tiempo; no podía retener el fluir del agua desnudando mi alma. 

Justifiqué, para tener la calidez que necesitaba y aun así el peso tiró con fuerza evitando el engaño. Mantenerlo hubiera encajado en un mundo imperfecto repleto de ilusiones efímeras y montadas sobre la base de todo lo que no es cierto. 


No pude marcarlo con palabras. Jamás hubiera aceptado ese distanciamiento y, sin embargo, acepté que tenía que dejarlo escapar de mis manos; no podía retenerlo… No por injusto y por libertad de hechos, sino porque mantenerlo podría ser la mayor estafa que me realizaba, montada sobre la farsa que crea el fraude sin amparo de lo que realmente siento, la treta o artimaña que posiblemente más amenaza en apariencia a la falsedad envuelta con un ardid complejo, dando lugar a la ilusión emocional que porta la vida. 

Yo no podía retenerlo. Yo no podía paralizar mi propio intento. Yo no podía inmovilizar emociones en sueños. Yo no podía inocular una necesidad autoimpuesta… Yo no podía… dejar de quererlo.

Por ello, sin palabras y en silencio, le dije… Adiós. Para no suplicar por lo que no puedo, por el anhelo que discurre entre el espacio y tiempo… Por ello lo hice, en la inmovilidad de sus sentimientos.


Soraya.

Comentarios

  1. Hermosamente triste, emotivo, y a la vez despertar a la realidad ... Duele mirar y ver esa inmovilidad de sentimientos... Hay personas que son tan poco permeables, aún teniéndolos. Besitos mi niña.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Maríjose!!

      Sí, verdad? Triste pero hermoso.
      Hay algo que pienso... si alguien protege su permeabilidad estando a nuestro lado... Por algo será que nos impide el acceso, quizás sólo está físicamente a nuestro lado o sólo sentimos su presencia... aunque queramos lo contrario.
      Me alegra leerte aquí!!!

      Muchos besos, guapísima!!!!

      Eliminar
  2. Hermoso "Adiós" sin remedio. Qué bien escribes, me lo habían comentado pero me he quedado "alucinada" tienes arte, a rabiar. Te he mandado una invitación de amistad en Facebook (tienes que darle a aceptar). Muchos besitos, guapa. (Soy Carmen).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Carmen!!

      A rabiar tengo otras cosas, jejejej... Me da alegría que me leas :-))) y que te guste... ni te digo. Ahora entro y te acepto, que tan torpe no soy, jeje...

      Más besos, bella!

      Eliminar
  3. Precioso, Soraya. Es muy difícil decir adiós, pero a veces es la decisión más valiente que se puede tomar. Me ha encantado leerte. Un beso enorme

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Chari!

      Te tengo abandonada!!!! Perdóname, ando liada y casi no tengo tiempo pero esta semana me paso por tu blog, me encanta porque siempre me hace sonreír.
      Muchas gracias! Yo también lo pienso... de las más valientes!

      Un súper beso!!!

      Eliminar
  4. Decir adiós... todo un tema. Más que decirlo es la decisión que estamos tomando en el momento de desatar nudos, romper cadenas y liberar sentimientos... Has planteado el tema de una forma muy sentida y apasionada.

    Me ha encantado Soraya.

    Un lindo fin de semana! Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, José C!

      Tomar consciencia del Adiós puede ser lo que más cuesta... lo peor es vivir sin verlo, atrapado, creo. Lo más importante es hacerlo por nosotros, nos lo debemos.
      Me alegra que te guste :-))

      Un maravilloso fin de semana para ti, disfruta!!

      Besos!!!

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Acariciando un solo sentimiento

Una vida

La Crisálida