Vendamos el mundo!






Pasemos por debajo de la escalera, 

seamos lo suficiente cobardes para no subir el escalón. 



Miremos al suelo, 

arrastremos los pies, 

seamos miedosos del polvo que se pueda levantar. 



Adoremos la autoridad, 

que nos doblega, 

que nos roba la libertad… 

Encojámonos ante su potestad, 

seamos pusilánimes al acotar nuestra dignidad. 



No miremos más allá, 

seamos apocados al caminar 

y que no se nos escuche hablar. 



Shhhh… 

Medrosos del sol que puede quemar, 

de la lluvia que va mojar, 

del viento que nos va a azotar. 



Flagelemos la pasión que se puede despertar, 

atemorizados por el placer que podamos encontrar. 



¡Vendamos el mundo! 

Seamos valiente sólo para… 

tragar, 

morir, 

silenciar 

y llorar. 



Soraya.



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