Nuestro infinito cielo

Nunca las aguas estuvieron en calma. No, no lo estuvieron. Intentar detener era como frenar el viento con mi solo cuerpo. 

La tolvanera emocional en que incrustaste mi tiempo, me desterró a lo más profundo de cualquier encuentro, me llevó a un mundo repleto de sueños. Arrastrando las sensaciones a todo un espacio plegado de grandes silencios, arremetiendo a la nada para encontrar íntegro cada momento. Compuestos con esmero y formados por sentimientos para engendrar la locura en la que inexorablemente me despliego. Y en estos retazos de pensamientos me sumergí para aflorar y sentir lo que no tengo.



Convertido todo, formando un mundo perfecto, tuve que dejar que te escaparas de mis espacios de tiempo, para alcanzar un vuelo que no pude mantener en lo alto de nuestro infinito cielo. 

Mis ojos no lo vieron, los cerré con fuerza, porque dentro, en lo más profundo, albergan tan sólo un miedo, sembrado en la incertidumbre de los campos oscuros en los que me detengo... 

y es que no te tengo.


Ilustración de Eduardo Ruiz


Soraya.


Comentarios

  1. El cielo, del cielo, del profundo Universo.-
    Yo quisiera Felicitar a Soraya; Felicitarla Mucho.-
    "Sembrado en la incertidumbre de los campos",
    "mis ojos no lo vieron".-

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  2. Gracias, Luis!!!
    Me alegra mucho que te guste.
    Un abrazo de Soraya y otro de Sotriva.

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  3. La elegancia con la encadenas las palabras es sublime. Enhorabuena.

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  4. Retazos de pensamientos, deseos que son vuelos..............ausencias.......Hermoso Soraya.. besicos....

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    Respuestas
    1. Gracias Maríjose por este bonito comentario y por pasarte a leer.

      Muchos besos.

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    2. Gracias Maríjose por este bonito comentario y por pasarte a leer.

      Muchos besos.

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