Desde dentro
La opresión desde dentro… siento como mis pulmones no se llenan. No puedo. El aire es escaso en estos pocos metros donde las luces no alumbran… No veo, a tientas voy tocando pero no siento… Mis manos… Las piernas… percibo el hormigueo. Abro la boca, no puedo. Me oprimes la garganta y ahogas, mi voz… El sudor me recorre todo el cuerpo con el frío atronador de tu presencia. ¡Suelta! ¡Me estás matando!
No te veo… no te toco… Aún así te siento en este cubículo, en este espacio que comparto… Me estás asfixiando… ¡Suelta, joder, suelta, de una puta vez! ¿Crees que no te conozco?
Me estoy doblegando… Te he dado el espacio ¿Qué quieres? Me estás desgarrando. No agonizaré entre tus brazos, no la haré… Tú…Tú, simplemente, te engendras en mí para beber en la oscuridad de mis miedos. ¡Ahora ya te tengo!
Soraya.
Desgrrador relato en un principio me faltaba el aire. Un saludo
ResponderEliminarHola María del Carmen!
EliminarQue te faltara un poco el aire me halaga porque es lo que he intentado transmitir.
Muchas gracias por comentar y un abrazo!
Nuevamente me has dejado sin palabras Soraya. Esta ves además casi me dejaste sin respiración. Que cautivante lectura con tono de suspenso en tan pocas líneas... En resumen, me encantó! Besos
ResponderEliminarHola, José!
EliminarGracias!!!!! Me sonrojas, jejeje.... pero me encanta que te cautivara, no lo voy a negar.
Besos!
me gusta como escribes desde la mente de tu sensualidad
ResponderEliminarabrazo
Muchas gracias! que te guste lo que mi mente transmite al papel y lo que escribo es un bonito regalo para mí :-))
EliminarOtro abrazo!!