Inflexión


El veneno recorre cada centímetro, 

desplegando al arrasar cada atisbo de esperanza;

quizá ya estaba muerta. 

Inoculado lentamente en ausencia de palabras, 

porque no eran necesarias.



Enarbola la grandeza que quizá en la boca se llena 

y al pronunciarla se sacia 

pero te mata al haber desabotonado un alma en la vacuidad de esa confianza, 

porque, a pesar de todo, tú no eres nada.



Se define en un paso replegado, 

donde tú no has importado.



Sobre la base de ello has encumbrado una sentencia, 

posiblemente demasiado austera. 

Basada en una sola creencia,

arraigada con tu propia certeza; 

el desinterés pesa.



Así la amistad se alimenta 

y has de eximir 

porque tú no interesas.




Soraya.

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