Anhelo
El pulso de mi anhelo te mantiene. Hacedor del dulce devaneo, de mi contienda irreverente frente al desvelo. Encriptado en caricias, aferrado a cada beso, bañado por susurros, expuesto a tus deseos. En derroches de silencios, entre brazos de otro cuerpo, con el latido que no es mío; en la boca que te sacia, allí me encuentro. En espacios no definidos del torrente de tus sueños, bebiendo de la tolvanera de emociones que recurren a mi mente. En la vigilia de la noche, es donde me vas nutriendo. En el quererlo, ternerlo… Allí permanecen mis deseos. Soraya.